“La intención”

  1. La intención lo es todo

 

Estamos empezando a internarnos en el camino de la comunicación consciente. Este tipo de comunicación está basado en el modelo de la Comunicación No Violenta (CNV), iniciado por el Dr. Marshall B. Rosenberg, cuyo objetivo es darnos una manera de CONECTAR con nosotros mismos y con los demás desde el amor y la compasión. Por eso, para quien practica la CNV, la intención lo es todo.

 

Nuestra intención, al practicar la comunicación compasiva, no es convencer ni vencer al otro, sino CONECTAR con el otro. Queremos escuchar nuestras necesidades y las necesidades de la otra persona, y cuidar de ambas. Tener en cuenta mis necesidades y tus necesidades, y encontrar estrategias que nos sirvan a ambos, para mantener la conexión en todo momento.

 

La vida es un regalo que recibimos, y a la vez es una tarea que nos compromete. Estamos llamados a tomar las riendas de nuestra vida y asumir nuestra libertad con responsabilidad. Esa es la invitación de Jesús al iniciar su ministerio. “Cuando arrestaron a Juan, Jesús se dirigió a Galilea a proclamar la Buena Noticia de Dios. Decía: Se ha cumplido el plazo y está cerca el reinado de Dios. Convertíos (metanóiete) y creed en la Buena Noticia[1].”

 

En medio del devenir constante, del sufrimiento y la carencia y las dificultades de la vida, en el fluir del presente, hay algo ciertísimo y permanente: un Misterio de unidad que se despliega en la belleza de lo múltiple, Misterio que Jesús percibía como acercamiento sanador y al que llamaba Malkût YhwhBasileia tou Theou, Reinado de Dios. Así nombraba Jesús a la acción benévola y continua de Dios a favor de la vida, para defenderla, protegerla, celebrarla, cuidarla.

 

Este acercamiento benévolo y salvador de Dios pide de nosotros conversión. La palabra griega metánoia significa “cambio de mentalidad”, ir más allá del nous, más allá de la mente. El camino de la comunicación consciente y no violenta nos entrena para explorar un camino nuevo, que nos conduce más allá del camino mental de los pensamientos y juicios, para conectar con nuestros sentimientos y necesidades y permitir que emerja la compasión en nosotros. De este modo, podremos experimentar cada vez más ese misterio de Unidad que se despliega ante nosotros, y podremos tener la experiencia de ese acercamiento sanador con nosotros mismos, con los demás, con todo y con todos.

 

En palabras de Jesús, podremos entrar en el Reinado de Dios. Se trata de vivir en la libertad de Jesús y de practicar el camino que él practicó, tomándonos en serio sus palabras: “No juzguéis y no seréis juzgados. Como juzguéis se os juzgará. La medida que uséis para medir la usarán con vosotros[2].” Esto implica un cambio de mentalidad.

 

Conectar con el regalo de la vida, volviendo a la experiencia vital más profunda de Jesús de Nazaret, significa conectar con lo divino que habita en nosotros, descubrirnos como seres limitados y necesitados, cultivar nuestra interioridad para vivir en contemplación de cara al Misterio con solidaridad de cara a los hermanos. He aquí el regalo que hemos recibido de parte de Dios.

 

La comunicación consciente nos invita a profundizar en el aprendizaje de la compasión, como un compromiso a favor de la vida, a ejemplo de Jesús. Él vibró con la vida porque cuidó de él y de su ser auténtico y cuidó especialmente de aquellos cuya vida estaba más amenazada. Pudo cuidar y cuidarse porque cultivaba la conexión con el Padre Dios. Dedicó su vida a sanar, a liberar y a compartirse por completo, entregando su vida con entera libertad para que otros tuvieran vida.

 

Aprender la compasión significa esto, recorrer el camino abierto por Jesús, para llegar a la libertad interior que se consigue cuando nos hemos liberado del odio, de la culpa, de la vergüenza, del sufrimiento y de la muerte. No hay que olvidar que  nos vamos liberando poco a poco, lenta y gradualmente vamos evolucionando, creciendo como personas, despojándonos de nuestro egoísmo y revistiéndonos de divinidad. Vamos creciendo poco a poco en libertad interior.

 

Jesús demuestra una libertad interior impresionante. Todos sus encuentros manifiestan esta libertad soberana que él tenía. Esa libre responsabilidad brotaba de la experiencia de saberse Hijo muy amado del Padre, en quien tiene todas sus complacencias[3]. Ése es el manantial del que brota con abundancia la autoridad y el dinamismo con los que sanó a los enfermos y expulsó a los demonios. Saberse hijos muy amados del Padre significa haber conectado con nuestra esencia, pues quienes practicamos la Comunicación consciente creemos que la esencia de todo ser humano es el amor y la compasión.


[1] Mc. 1, 14-15.

[2] Mt 7, 1-2.

[3] Los textos evangélicos del bautismo de Jesús (ver Mt 3, 16-17; Mc 1, 10-11; Lc 3, 21-22 y Jn 1, 32-34) manifiestan que cuando salía del agua, “Jesús vio rasgarse el cielo y al Espíritu bajar como paloma hasta él. Y hubo una voz del cielo: Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”

 

2.     Los dos lenguajes o sistemas

El aprendizaje de la compasión se da en un ir y venir constante. Puesto que nuestra vida se resuelve entre luces y sombras, continuamente caemos y volvemos a levantarnos; aprendemos gracias a múltiples fallos y errores. Hay una parábola de Jesús muy conocida y significativa, que ejemplifica este continuo aprendizaje. Es la parábola del trigo y la cizaña:

 

“El reinado de Dios es como un hombre que sembró semilla buena en su campo. Pero, mientras la gente dormía, vino su enemigo y sembró cizaña en medio del trigo, y se marchó. Cuando el tallo brotó y empezó a granar, se descubrió la cizaña. Fueron entonces los siervos y le dijeron al amo: Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿De dónde le viene la cizaña? Les contestó: Un enemigo lo ha hecho. Le dijeron los siervos: ¿Quieres que vayamos a arrancarla? Les contestó: No; que, al arrancarla, vais a sacar con ella el trigo. Dejad que crezcan juntos hasta la siega. Cuando llegue la siega, diré a los segadores: Arrancad primero la cizaña, atadla en gavillas y echadla al fuego; luego recoged el trigo y guardadlo en mi granero[4].”

 

Somos seres humanos y seres necesitados, niños que vamos creciendo poco a poco. Por ello, en lo más profundo de nosotros mismos conviven el trigo y la cizaña, la compasión y la agresividad, la confianza y el miedo, la generosidad y la mezquindad, las energías del eros y el thanatos. Es necesario tomar conciencia en algún momento de nuestra vida de esta batalla que se libra en nuestro interior para ser capaces de desactivar las numerosas formas de violencia que nos habitan, y que están simbolizadas en la cizaña que creció junto con la buena planta. Con esa conciencia podremos dar desde el corazón. Y aprenderemos a vivir desde la comprensión y la compasión, desde el respeto mutuo en las relaciones.

 

En términos de comunicación compasiva, conviven en nuestro interior dos sistemas, dos paradigmas con los que podemos ver e interpretar el mundo, a semejanza del trigo y la cizaña en el ejemplo de Jesús. Por una parte está el sistema jirafa, que se basa en que el ser humano ama más que nada contribuir a la vida de los demás y por ello puede ser educado en la conciencia de las necesidades humanas. Y por otra  parte está el sistema chacal que parte de la convicción de que el ser humano es malo y debe ser educado para diferenciar el bien del mal.

 

Al primer lenguaje o sistema se le simboliza con la jirafa, porque ella es el animal que tiene el corazón más grande y más alejado de la cabeza, además desde su altura tiene una perspectiva más completa de las cosas. El lenguaje jirafa es la forma de referirse a uno mismo y a los demás con comprensión, amor, aceptación y cariño. En cambio, el lenguaje chacal son los pensamientos o palabras acusadoras, culpabilizantes, castigadoras, con las que nos referimos a nosotros mismos o a los demás. Es el lenguaje de la exigencia y de los juicios, ¡muchas veces ese incesante parloteo mental que nos tortura!

 

Es importante resaltar que la jirafa y el chacal son sólo metáforas, y no caer en la trampa de  la dualidad, pensando que el chacal es malo y la jirafa es buena. Lo importante es saber traducir y darnos cuenta cuándo estamos en clave o paradigma chacal y cuándo en clave o paradigma jirafa. Cuándo estamos empezando a juzgar y a evaluar, o cuándo estamos en la escucha comprensiva. Al darnos cuenta de ello, siempre podremos reconducir el barco para llevarlo de nuevo a buen puerto. En cualquier momento podemos elegir entre servir la vida o alienarnos de la vida.


[4] Mt 13, 25-30.

 

3.   El lenguaje habitual y el lenguaje natural

 

Lo que si hemos de tener en cuenta es que lo primero que nos sale es el lenguaje chacalaunque sea en nuestro pensamiento, pues el chacal representa nuestro modo habitual de hablar y de comportarnos. El paradigma chacal está impreso en nuestro “disco duro”. Pero si aprendemos a detenernos, a darnos cuenta y a practicar la nueva conciencia de las necesidades que la comunicación no violenta propone, entonces podremos volver a nuestro lenguaje más natural, el lenguaje que se representa con la jirafa y que nos lleva a dar desde el corazón.

 

Para ejemplificar estos dos lenguajes, chacal y jirafa, se recurre en comunicación no violenta a una narración.

 

Dicen que un abuelo indio hablaba con su nieto

acerca de cómo se sentía ante la tragedia

que había caído sobre su pueblo, atacado,
diseminado y en retirada ante el avance de
sus enemigos.

Le decía: “Tengo dos lobos luchando en el interior de mi corazón.

Uno es vengativo, furioso, violento, sólo preocupado por sí mismo y por satisfacer su enojo.

El otro es capaz de sentir amor y compasión, es solidario con la manada, quiere mirar hacia adelante y empezar a reconstruir.”

El nieto le preguntó:

“¿Cuál crees que va a ganar en tu corazón?”

Y el abuelo respondió: “El que yo alimente…”

 

Si alimentamos un lenguaje y un sistema chacal, ése prevalecerá. Pero si alimentamos y practicamos otro tipo de lenguaje en nuestra vida, el lenguaje jirafa, poco a poco irá permeando todo nuestro ser y nuestro actuar.

 

Estos dos tipos de lenguaje constituyen dos paradigmas básicos, dos modos de ver e interpretar el mundo: El sistema chacal piensa que el ser humano es malo y debe ser educado para diferenciar el bien y el mal. La manera de educarlo es a través del castigo y la recompensa, de las exigencias, del lenguaje de los juicios, de la negación de la responsabilidad de elegir. Este sistema lleva a perpetuar un sistema de dominación, que fomenta la rivalidad por un lenguaje en el que prevalecen los juicios, las interpretaciones y las evaluaciones.

 

El sistema jirafa parte de la convicción de que el ser humano ama, por encima de todo, contribuir al bienestar de los demás. Y por tanto, puede ser educado en la conciencia de las necesidades mutuas. La manera de lograr esto es el aprendizaje del diálogo por la expresión auténtica y la escucha empática, y la toma de responsabilidad personal. Este sistema busca  -por la práctica de un lenguaje en el que prevalezca la comprensión y la compasión-  la interdependencia, la conexión y la mutua colaboración entre las partes.

 

Ambos sistemas se nutren a sí mismos. El sistema chacal, fomentando la idea de que el otro es un rival del que me tengo que cuidar, pues es malo. El sistema jirafa, procurando quitar obstáculos para que emerja de nuestro interior la compasión y la comprensión ante lo que hacen o dicen los demás. Ayudando al ser humano a contactar y aprender de las mutuas necesidades, a practicar la expresión auténtica y la escucha empática. Fomentando la responsabilidad personal.  Entendiendo a los seres humanos en interdependencia, cooperación. Lo fundamental, en el sistema jirafa, es la intención con la que hacemos las cosas, con la que escuchamos, para manifestar lo cual no hace falta lenguaje verbal. La intención llega sin palabras.

 

En una visión chacal del mundo se busca quién tiene la razón y quién no la tiene y está equivocado; en cambio, el paradigma jirafa busca la manera de hacernos la vida más feliz y agradable los unos a los otros. El lenguaje chacal se expresa en términos de “verdadero/falso”, “bien/mal”, para diagnosticar y criticar; el lenguaje jirafa lleva a conectarse con los sentimientos propios y las necesidades y aspiraciones profundas e intenta conectarse a los del otro.

 

El paradigma chacal cree que el ser humano es fundamentalmente malo y por lo tanto se merece ser castigado y recompensado; el paradigma jirafa confía en que el ser humano quiere más que todo contribuir a la felicidad de los demás y a la suya, y sentirse útil. Nuestro chacal utiliza el concepto de “se lo merece” para justificar la violencia; en cambio, desde nuestra jirafa podemos utilizar la fuerza únicamente para proteger.

 

Se trata de privilegiar la calidad de la relación antes que el resultado. La relación antes que la conducta. Actuar por motivaciones intrínsecas, es decir, desde el corazón y por compasión, por la felicidad sentida al ver la alegría o el alivio en los ojos del otro; en vez de actuar por motivaciones extrínsecas, como son el sentido de la obligación y el deber, lo que está bien, el miedo, la culpabilidad, la vergüenza, el deseo de gustar o de ser queridos. Permitirse el error, acordándose que es una forma de aprender. En lugar de someterse o rebelarse, buscar la cooperación, la colaboración mutua. Pensar en la felicidad de todos, y no únicamente en el propio beneficio. Celebrar la vida, llorar todas nuestras lágrimas y reír todas nuestras risas. He aquí el hermoso aprendizaje de la compasión.

 

Para aprender a ser compasivos y misericordiosos como el Padre Dios, alimentando en nosotros el sistema jirafa, tomemos conciencia de que estamos llamados a reproducir en nosotros la imagen de Jesús, su Hijo muy amado. Estamos llamados a tener una mirada nueva, a vivir en libertad responsable. Estamos llamados a conectar con nuestra compasión, a aliviar el sufrimiento ajeno y a trascender a través de la ética y la espiritualidad, de la práctica de la justicia y del amor.

 

Y AHORA A PRACTICAR

 

Si quieres de verdad avanzar, te invitamos a practicar. En este mes proponte hacer cada semana estos cuatro ejercicios:

 

Primera semana. Dándome cuenta de mis juicios

 

  1. Consigo una pequeña libreta o cuaderno que pueda llevar conmigo todo el día.
  2. Allí anotaré las veces en que pienso, o digo, “esto está bien…esto está mal… esto es correcto o incorrecto…” Las veces en que digo, o pienso, “la culpa es de…”; y anotaré también la necesidad que imagino que yo o que otra persona estaba tratando de cubrir, cuando dije/dijo o hice/hizo algo que a mí no me gusta.

 

Nota: Es muy útil que limites las palabras que uses para describir necesidades a la lista que tienes en tu “formato de bolsillo”.

 

Segunda semana. Dándome cuenta de mis exigencias

 

  1. Piensa en tus relaciones cotidianas (en casa, en el trabajo, en la escuela).
  2. Date cuenta de las veces en las que tus acciones están motivadas por el miedo al castigo o por el deseo de una recompensa. Date cuenta de las veces en las que usas la imposición (deberías…), la amenaza o la exigencia para lograr que los demás hagan lo que tú quieres.

 

 

Tercera semana. Abriéndome hacia la elección[5]

 

Te recomendamos el siguiente ejercicio para hacer la traducción del “tener que” al “elegir”…

 

Paso 1

 

¿Qué cosas haces en tu vida que te resultan gratas, divertidas? Escribe en una lista todas aquellas cosas que, según tú, te ves obligado a hacer. Haz una lista de todas aquellas actividades que sin duda preferirías no hacer, pero que a pesar de todo haces porque te parece que no tienes más remedio.

(el fin es tomar conciencia del tiempo que pasamos sin disfrutar de la vida, porque hacemos cosas creyendo que las hacemos por obligación).

 

Paso 2

 

Una vez terminada la lista, reconoce de manera sincera que, si haces estas cosas es porque elegiste hacerlas, no porque tengas que hacerlas. Anteponer pues la palabra “ELIJO” delante de cada una de las actividades enumeradas.

(darnos cuenta de la resistencia que oponemos a este paso)

 

Paso 3

 

Después de haber reconocido que tú mismo elegiste llevar a cabo una determinada actividad, indaga que intención se oculta detrás de la elección completando la frase: “Elijo … porque quiero…”

 

Lo 1º es darme cuenta de que busco cuando hago X.

¿Por qué dedico tanta energía en hacer X?

Llegar a la conclusión del motivo/causa por la que he optado hacer X.

 

Después de esa conclusión, toma una decisión de seguir haciéndolo o no

 

Sentir la alegría en el cuerpo al elegir no volver a hacer eso nunca más. Darme cuenta de que puedo seguir otros caminos para satisfacer mis necesidades (económicas, etc) y estar dispuesto a buscar y encontrar otras alternativas para dejar de hacer algo que no elijo hacer. (Y  sí tener clara la finalidad con la que uno hace algo)

 

Cuando analizo la frase “Elijo…porque quiero…”, tal vez descubra los valores importantes que elegí. Cuando adquirimos claridad sobre la necesidad que satisfacemos con nuestras acciones, podemos vivirlas como un juego, aún cuando impliquen mucho trabajo, un desafío o una frustración. 

 

Cuarta semana. Lectura

 

Repasa el capítulo 9 del libro de M.B.ROSENBERG, Comunicación No Violenta. Un lenguaje de vida, Gran Aldea editores, Buenos Aires 2009, que habla acerca de la conexión con uno mismo a través de la compasión.

 

Si no has leído los ocho capítulos anteriores, te invitamos a hacerlo ahora. Es muy importante también hacer los ejercicios prácticos que propone Marshall en su libro.

 

 

SESIÓN DE SUPERVISIÓN

Objetivo

  • Identificar nuestros deseos para este curso.
  • Normalizar nuestro modo de hablar desde la conciencia de las necesidades mutuas.

 

Instrucciones

 

  1. Primer Ejercicio[6]

 

Hacer 10´por parejas para identificar 3 deseos/3 expectativas/3 ilusiones para estas sesiones de práctica.

 

El 1er deseo/1ª ilusión/1ª expectativa sería algo que sea relativamente realista respecto que quieres conseguir con estas prácticas

 

Una 2ª petición/ilusión/expectativa: algo que realmente te importa, algo que realmente es valioso para ti, que te gustaría mucho que pudiese surgir en estas prácticas, algo que esté en tu corazón pero que en algún sentido también sea realista, que pueda surgir a través del trabajo que vamos a hacer juntos.

 

Suele suceder, en los cuentos de hadas y de lámparas maravillosas de las que sale un “genio” al que le pedimos tres deseos, que los dos primeros deseos son algo así como “chafitas” y no nos funcionan muy bien. Solamente en el tercer deseo es donde realmente se produce algo que empieza a tener un poco más de sabiduría, un poco más de consciencia. 

Así que, para este tercer deseo, te invitamos a que lo hagas con sabiduría, pero también con algo de riesgo, de aventura.

 

En el tercer deseo te invitamos a que pienses y expreses algo que ¡te encantaría que ocurriese, pero que no hay ninguna razón para que puedas esperar que suceda: un DESEO SALVAJE!

 

Esta es tu primera tarea para la práctica de hoy: ¿te parece bien buscar una persona a la que no veas todo el tiempo o de manera habitual e intercambiar estos 3 deseos?

ESPACIO DE 10´PARA TRABAJAR POR PAREJAS.

DESPUES DE 10´REGRESAMOS A NUESTROS SITIOS ORIGINALES.

 

En seguida, el que anima invita a que cada persona diga su nombre y un deseo. Así que, elije uno de los deseos, y mira a ver cuál de los 3 es el que encaja mejor para recibir el apoyo, la ayuda y la contribución que puedas necesitar en este espacio. Y alguien puede elegir empezar:

 

1ª persona: Me llamo “XX” y yo conecto con mi deseo de poder experimentar estar abierta a lo mío,  a mi Necesidad y lo que me pasa, al mismo tiempo que estoy abierta a lo del otro; y poder expresarme desde ese contacto conmigo y con el otro.

 

Animador: Gracias. (2 segundos de silencio). – Y seguimos con quien esté listo/lista.

 

NOTA: Si son muchos los participantes, se pide a varios que compartan…aunque no pueda compartir cada persona del grupo. Se hace “lamento jirafa” por no poder darle a todos la palabra.

 

Segundo Ejercicio : La belleza de nuestras Necesidades.[7]

 

En la comunicación consciente es fundamental CONECTAR con nuestras necesidades. No se trata de analizarlas, sino de conectar con ellas. Es algo intuitivo…

 

  1. Se ponen al centro del salón en el suelo las cartas de las necesidades (y papeles azules en blanco), acomodadas bellamente.
  2. Se pide a cada persona que elija una carta, aclarando lo siguiente: Las necesidades no son indicadores de algo que me falta, sino de algo muy valioso para mí. Por eso te invitamos a sentir la belleza de las necesidades. Déjate guiar por tu intuición y escoge aquella carta que te “atrae”, que te “seduce”, que coquetea diciéndote…”escógeme a mi, escógeme a mi”…
  3. Cada uno lee en voz alta la carta que escogió (o si el grupo es muy grande se subdivide en grupos de 5/7 personas)
  4. Se dejan unos segundos para sentir la energía y la belleza de las necesidades y para ver si experimentamos mayor conexión con las personas del grupo, una vez que conocemos las necesidades que están vivas en ellos.
  5. En seguida, el que anima, escoge una necesidad concreta, por ejemplo: “jugar”
  6. Cada participante expresa un sentimiento/emoción cuando esta necesidad se encuentra SATISFECHA
  7. Luego, se pide a cada participante que diga una estrategia concreta que usa para satisfacer esa necesidad (No se vale repetir una estrategia que haya mencionado otra persona)
  8. Luego se pregunta: ¿Cuál principio de la CNV aparece en esta dinámica? Y se deja que varios participen. (El animador subraya el principio de que una misma necesidad tiene mil y una estrategias para verse satisfecha)
  9. Finalmente, si queda tiempo, se pide a cada uno que comente qué estrategia concreta (sólo una) usa para avanzar en la toma de conciencia de sus necesidades.
  10. El animador termina diciendo: las NECESIDADES son el diamante de la CNV. Nos ejercitamos para adquirir esta conciencia de las necesidades. Lo importante no es quedarnos únicamente en los sentimientos, sino que descendemos a la BELLEZA y a la ENERGÍA de las necesidades; porque la conexión más profunda con nosotros mismos y con los demás, se da a nivel de las necesidades.

 

NOTA FINAL: En lugar del ejercicio propuesto sobre la belleza de las necesidades, se puede hacer en la sesión de práctica el ejercicio de la tercera semana: Abriéndome hacia la elección.


[5] Gracias a Pilar de la Torre por la inspiración en este ejercicio.

[6] Gracias a Bridget Belgrave por la inspiración en este ejercicio

[7] gracias a Selene Aitken por la inspiración en este ejercicio.

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